La adicción al juego, ludopatía o juego patológico, como también se le ha llamado, es un desorden adictivo caracterizado por la conducta descontrolada en relación al juego. La inversión de tiempo, energía y dinero en las actividades de juego aumenta con el tiempo y la persona se va haciendo más dependiente del juego para enfrentar la vida diaria. Está reconocida como una enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La intolerancia a la frustración, la incapacidad para ponerse en contacto con sus emociones, así como la grandiosidad, los sentimientos de baja autoestima y la mitomania producto de la doble vida que usualemente desarrolla el adicto al juego, son síntomas típicos de esta adicción.
Existen múltiples tipos de juegos, como los de competición, de azar, de riesgo y de reglas. En nuestra sociedad, los podemos englobar en dos tipos diferentes de conductas, en función de la presencia o no de incentivos económicos : el juego como pasatiempo en sí mismo, y el juego como procedimientos para poder arriesgar (ganar o perder dinero o bienes).
Las características más comunes de la ludopatía en adolescentes son:
- dependencia emocional del juego, no encuentra otro goce mayor.
- la frecuencia de juego y/o inversión en tiempo y en dinero son extraordinariamente altas.
- apuesta de una cantidad de dinero superior a la planeada.
- tiene pensamientos recurrentes y deseo compulsivo de jugar, sobre todo cuando ha perdido.
- necesidad subjetiva de volver a jugar para recuperar el dinero perdido.
- fracaso reiterado en el intento de resistir el impulso a jugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario