Si resulta difícil definir exactamente que puede ser la Animación Sociocultural, la dificultad se multiplica al querer dar el perfil de la figura del animador que debe actuar como promotor o provocador de los distintos procesos de animación.
- Características personales
- Servicio y apoyo. La primera cualidad que ha de poseer un animador es el sentido de servicio a los demás que le lleva a saber que su preocupación central son las "personas" con las que trabaja.
- Convicción y confianza en las personas. Si no se cree en la persona y en sus posibilidades de transformación y crecimiento, difícilmente se podrá realizar una buena tarea como animador.
- Habilidad para motivar. El animador incita a la acción, transmite vida, es el que motiva. Un entusiasmo comunicativo y una buena dosis de optimismo son cualidades que ayudan mucho.
- Don de gentes. Es importante que el animador reúna aquellas condiciones psicológicas que comúnmente se denomina "don de gentes". Esta cualidad se manifiesta en la amabilidad y simpatía hacia otras personas, buen humor, capacidad para saber escuchar, facilidad de comunicación, etc.
- Madurez emocional. La madurez emocional desempeña un papel fundamental, en cuanto que ella expresa la capacidad de actuar equilibradamente, con serenidad cuando se esté bajo diferentes tipos de presiones. Hay que actuar con energía y decisión pero con sosiego y paz.
- Capacidad para vencer dificultades. El animador debe de ser una persona tenaz, fuerte y perseverante para no caer en las dificultades ni ceder en los obstáculos.
- Apoyo y conocimiento teórico:
- Sociología
- Pedagogía
- Psicología
- Dominio de técnicas y procedimientos:
- Técnicas grupales
- Técnicas de comunicación de masas
- Técnicas de comunicación oral
- Técnicas de conocimiento del medio
- Habilidades específicas:
- Música
- Expresión corporal
- Teatro
- Expresión visual
- Deportes
- Juegos
- Campamentos
- Comprensión de la realidad:
- Conocimiento de problemas sociales
- Conocimiento de los problemas del colectivo concreto
- Conocimiento de la cultura viva
3. Funciones
- Función educadora:
La figura del animador como educador es esencial. El animador es promotor de iniciativas, animador de las mismas y agente de acción educativa. Ser animador es ser educador. "El educador es, sobre todo, una persona que, como tal ejerce de "MODELO", que reúne una serie de condiciones que lo potencian como tal, quiera o no. No se imita lo esencial por parte del educando, sino también el comportamiento incidental, el estilo del modelo, incluso aquello que no se desea que sea percibido". (CASTILLEJO, 1986)
- Función planificadora:
De acuerdo con los objetivos, que han de ser siempre planteados a partir del estudio de la realidad del educando. En definitiva, una selección y organización del contenido que ofrezca a la persona instrumentos con los que valorar la realidad, resolver su problema y necesidades y expresarse con personalidad.
- Función motivadora:
Estimulativa, generadora de la "voluntad de aprender". La motivación debe procurarse vinculada a necesidades, deseos, aspiraciones, entorno, etc,. "Enseñar a aprender".
- Función orientadora:
Encauza el aprendizaje, ayuda, interrelaciona, aplica, etc,. al tiempo que orienta la conducta.
- Función informadora:
Ofrece al educando datos y conceptos, seleccionados y secuencializados, estructurados, etc,. codificados siempre en función de sus capacidades.
- Función evaluadora:
Un control en función de los objetivos, tanto del proceso como del producto.
- La intervención en el ambiente:
Es otra función primordial. Este se ve influenciado por la acción del animador.
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