"El teatro puede ser practicado por cualquier persona (aunque no sea un artista), en cualquier lugar (aunque no sea un teatro), así como el fútbol puede ser practicado por cualquier persona, aunque no se un atleta, y en cualquier lugar aunque no sea u campo reglamentario"
BOAL (1975)
El teatro hace posible rehumanizar a las personas, sensibilizarlas y provee las herramientas de expresión y de comunicación. Es así que la renovación, innovación e imaginación junto con un desarrollo crítico permite enfocar el arte como una herramienta social y política.
Augusto Boal es un dramaturgo, director y pedagogo
teatral que desarrolla los principios del teatro del oprimido en la década de
los 70 en Brasil, en el seno de una revolución cultural en torno a la práctica
del arte escénico, proyectándolo como una actividad dedicada a la mejora
efectiva de la vida de los grupos sociales más desfavorecidos. Su propuesta es
alterar radicalmente las conformidades que dominan el mundo, transformando al
espectador en protagonista de la acción dramática para que pueda preparar
acciones reales que le conduzcan a la propia liberación a nivel individual, como
persona y como ciudadanos activos de esta sociedad.
El teatro puede ser igualmente un arma de liberación
y para eso es necesario crear las formas para el cambio y la destrucción de las barreras construidas por las
clases dominantes, en el teatro, al igual que en nuestro día a día, sería la
ruptura de las barreras entre actores y espectadores donde todos deben actuar y
protagonizar las necesarias transformaciones de la sociedad.
La relación del teatro y la pedagogía del oprimido: Boal & Freire
La teoría y la práctica performativas de Boal se basan en la filosofía de la pedagogía libertadora-crítica de su coetáneo, compatriota y gran amigo Paulo Freire, autor de pedagogía del oprimido. De forma intrínseca, tanto Boal como Freire hicieron uso transitivo de los verbos "actuar" y "educar" en sus respectivos ámbitos performativo-pedagógicos. Freire se centra en las posibilidades humanas de creatividad y libertad en medio de estructuras político económicas y culturales opresivas.
Su objetivo es descubrir y aplicar soluciones libertadoras por medio de la interacción y la transformación social, gracias al proceso de "concientización", definido como el proceso en virtud del cual el pueblo alcanza una mayor conciencia, tanto de la realidad sociocultural que configura su vida, como de su capacidad de transformar esa realidad.
Esto supone la praxis, entendida como la relación dialéctica entre la acción y la reflexión. Es ya emblemática la crítica de Freire al "modelo tarima" de educación, según dicho modelo, el profesor es el sujeto y los estudiantes son meros recipientes vacíos en los que el profesor deposita conocimiento que estos memorizan y repiten de forma pasiva. Es así que Boal también reflexiona sobre el teatro como forma artística, autoritaria y manipuladora, así como sobre la opresión del espectador, interlocutor silencioso, consumidor pasivo de imágenes culturales acabadas del mundo y de la sociedad. la pedagogía crítica de Freire introduce unos principios básicos para hacer frente al "modelo tarima" enquistado en la educación, que tendrán una influencia básica en el teatro de Boal.
La relación del teatro y la pedagogía del oprimido: Boal & Freire
La teoría y la práctica performativas de Boal se basan en la filosofía de la pedagogía libertadora-crítica de su coetáneo, compatriota y gran amigo Paulo Freire, autor de pedagogía del oprimido. De forma intrínseca, tanto Boal como Freire hicieron uso transitivo de los verbos "actuar" y "educar" en sus respectivos ámbitos performativo-pedagógicos. Freire se centra en las posibilidades humanas de creatividad y libertad en medio de estructuras político económicas y culturales opresivas.
Su objetivo es descubrir y aplicar soluciones libertadoras por medio de la interacción y la transformación social, gracias al proceso de "concientización", definido como el proceso en virtud del cual el pueblo alcanza una mayor conciencia, tanto de la realidad sociocultural que configura su vida, como de su capacidad de transformar esa realidad.
Esto supone la praxis, entendida como la relación dialéctica entre la acción y la reflexión. Es ya emblemática la crítica de Freire al "modelo tarima" de educación, según dicho modelo, el profesor es el sujeto y los estudiantes son meros recipientes vacíos en los que el profesor deposita conocimiento que estos memorizan y repiten de forma pasiva. Es así que Boal también reflexiona sobre el teatro como forma artística, autoritaria y manipuladora, así como sobre la opresión del espectador, interlocutor silencioso, consumidor pasivo de imágenes culturales acabadas del mundo y de la sociedad. la pedagogía crítica de Freire introduce unos principios básicos para hacer frente al "modelo tarima" enquistado en la educación, que tendrán una influencia básica en el teatro de Boal.
Para entenderlo mejor...
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